Ejecutan en Indiana a un reo con inyección letal

Washington, 16 ene (Prensa Latina) El gobierno de Estados Unidos llevó a cabo hoy la decimotercera y última ejecución de un preso federal bajo la administración del presidente Donald Trump, a escasos días de culminar el mandato del gobernante republicano.


Dustin Higgs, quien murió por inyección letal en una prisión federal en Indiana en las primeras horas del sábado, fue condenado en 2000 tras ser declarado culpable de secuestrar y ordenar el asesinato de tres mujeres.


Según la agencia The Associated Press (AP), minutos antes de su ejecución el reo afirmó que era inocente y no se disculpó por su papel en la muerte de las féminas.


Me gustaría decir que soy un hombre inocente, no soy responsable, yo no ordené los asesinatos, dijo, según la AP.


Su muerte se produce días después de que un tribunal de apelaciones dictaminara que la administración podría seguir adelante con la pena capital para Higgs y otro recluso, Corey Johnson.


Ambas ejecuciones fueron detenidas previamente por un juez federal después de que los reclusos fueran diagnosticados con Covid-19.


La Corte Suprema votó 6-3 para denegar una suspensión en el caso el viernes por la noche, lo cual despejó el camino para la ejecución de Higgs.


Johnson fue condenado en 1993 por siete asesinatos en Virginia, relacionados con actividades de tráfico de drogas.


Ambos presos se encuentran entre los cuatro hombres negros ejecutados por la administración Trump desde diciembre, antes de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo.


El gobierno también ejecutó la semana pasada a una mujer, Lisa Montgomery, condenada en 2007 por matar a una embarazada y extraer un feto de su cuerpo con un cuchillo, y fue la primera fémina en morir por ejecución federal en aproximadamente siete décadas.


La sentencia se concretó a pesar de que su equipo legal argumentó que Montgomery sufría una enfermedad mental, padecimiento que también fue reconocido por las autoridades antes de la ejecución.

La administración Trump ha ejecutado a 13 presos desde que anunció en julio pasado la reanudación de la pena capital, por primera vez en casi dos décadas.


El año pasado, la representante demócrata Ayanna Pressley presentó una medida que buscaba abolir dicho castigo, poco después del anuncio de Trump.


También escribió una carta en diciembre en la que pidió a la administración entrante de Biden que priorice durante su mandato la abolición de la pena de muerte, con lo que se unió a los llamados de otros demócratas que instan a lo mismo.


Según el sitio Death Penalty Information Center, un total de mil 531 hombres y mujeres fueron ejecutados en Estados Unidos desde la década de los años 70 del pasado siglo.